Numerosos sacerdotes participaron en la Javierada Sacerdotal que se celebró el pasado 10 de marzo, coincidiendo con el jueves dentro de la Novena de la Gracia, pese al frío y el riesgo de lluvias.
A las diez de la mañana partía desde Sangüesa, rumbo a Javier, el Vía Crucis, inspirado este año en la figura de San Francisco Javier, con motivo del Año Santo Jubilar y preparado por Javier Leoz, delegado de Religiosidad Popular.
Una vez en Javier, donde se unieron otros muchos sacerdotes, a las doce del mediodía, en el Auditorio Juan de Jasso, se celebró la Eucaristía, presidida por el Arzobispo don Francisco, quien animó a vivir la santidad, “que no es fama” y desgranó las condiciones para alcanzar la indulgencia. Por ello, pidió a los sacerdotes que se sienten a confesar y a atender a la gente, porque está sufriendo mucho. La Javierada sacerdotal concluyó con una comida fraterna en el Hotel Xabier.