El domingo, 21 de julio, tuvo lugar en Lerín, la 46 Concentración de Auroros de Navarra, a la que acudieron 63 grupos de auroros de diferentes localidades navarras como Barasoain, San Adrián, Tafalla, Uterga, Adiós, Enériz, Cabanillas, Funes, Milagro, Rada, Santaguda, Peralta, Lodosa, Pamplona, Los Arcos, Viana, Zizur, Bargota, San Martín de Unx…, e incluso de otras comunidades como Valencia o Zaragoza.
Tras dividirse por grupos, los auroros llenaron de cantos y alegría todos los rincones de Lerín, hasta que a las 12:00 horas, tuvo lugar la Misa de clausura.
La celebración de la Eucaristía fue presidida por el Arzobispo don Florencio, quien en la homilía, muy cercana, breve y sencilla, se dirigió a los auroros afirmando sentirse muy impresionado por lo visto y oído. “Los auroros nos llevan con las auroras a Dios porque nos ayudan a encontrarnos personalmente con Él. Es una llamada de oración. Tiene un origen religioso que no puede perderse cayendo en simple cultura”, afirmó don Florencio.
Explicó que los auroros son como despertadores en la mañana, pero despertadores agradables. También les recordó que son necesarios para que recemos un poco más y para que nos encontremos con Dios. “Se reza y se canta religiosamente muy poco y vosotros lo hacéis con naturalidad.
Sois como el pastor, que lleváis a Dios a la gente de la calle”, “Vosotros sois un estilo de oración y evangelización, sois otro método de evangelización. Que se mantenga esta tradición. Que haya relevo generacional para cantar a la Virgen. Que Ella sea aliento y fortaleza en nuestro caminar», concluyó el Arzobispo.
Este XLVI encuentro de Auroros, que congregó en torno a 1.800 personas, concluyó con una comida de hermandad en el frontón de la localidad.