La Iglesia Diocesana somos todos

Queridos diocesanos: Próximamente celebraremos el día de la Iglesia Diocesana. Es una oportunidad para mirar en nuestro interior, a nuestra diócesis, a nuestros sacerdotes, religiosos y laicos. Una mirada de amor, de misericordia, pero también de compromiso.
La Iglesia Diocesana somos todos. Este día quiere ser un despertar de nuestra conciencia de católicos, de nuestro compromiso con nuestra Iglesia de Navarra.
En esta ocasión nos presentan la Jornada con la pregunta: “¿Y si lo que buscas está en tu interior?” Estamos acostumbrados a escuchar mensajes que nos vienen de fuera. Unos son comerciales, otros económicos, otros existenciales, pero los que vienen de nuestro interior, ¿Cómo lo escuchamos?
La Iglesia Diocesana nos llama a “buscar en nuestro interior”. Dios sigue hablando, y nos habla al interior de nuestro corazón. Muchas veces con frases, oraciones, otras con personas que se cruzan en nuestro camino, con situaciones de la vida que nos interrogan. Y estos interrogantes nos piden respuestas a la llamada de Dios.
Nuestra Iglesia Diocesana nos llama, nos necesita para construir comunidades fraternas, solidarias. Nos pide nuestro compromiso con las actividades de la Diócesis. Pero también podemos recibir la llamada al sacerdocio, a la vida religiosa. Dios llama en nuestro interior, necesita sacerdotes para nuestra Iglesia Diocesana. En los numerosos pueblos y ciudades que he visitado desde mi llegada a esta Diócesis, han sido muchas las demandas para enviar sacerdotes a nuestros pueblos, a nuestras comunidades cristianas, y siempre les contesto lo mismo: “No hay más sacerdotes”.
Este año, la Iglesia nos pide una doble respuesta, un doble compromiso. Busquemos en nuestro interior para ver lo que Dios nos está pidiendo en este momento, qué nos sugiere al oído. A unos nos pide asumir responsabilidades en nuestras parroquias y movimientos, a otros nos pide una respuesta más radical, nos pide una consagración a Dios en la vida sacerdotal o religiosa.
Por otro lado, también nos pide la comunión de bienes, nuestra colaboración económica para que esta experiencia de compartir lo que tenemos nos ayude a vivir y experimentar que la Iglesia es nuestra, nuestra casa y nuestra comunidad.
Muchas son las necesidades de nuestra Diócesis, y mucha la necesidad de colaboración que precisa nuestra Iglesia Diocesana. Pero como nos dice San Pablo, “hay más alegría en dar que en recibir” (Hch. 20, 35).
Tu colaboración económica nos acerca a las necesidades reales de la Diócesis, que son múltiples y variadas. Ser generoso es ser solidario, es vivir la comunión de bienes como lo hacían las primeras comunidades cristianas.
Os animo a todos, queridos diocesanos, a ser solidarios y generosos, a tener un corazón abierto a las necesidades de nuestra Diócesis, a superar individualismos que nos alejan los unos de los otros y a mirar con ojos de ternura al interior de la Diócesis. Tu Iglesia es tu casa, te necesita, cuenta contigo.

Scroll al inicio
Navarra
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.