
A las 7:35 de esta mañana (21 de abril) el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”. Con estas palabras el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de El Vaticano, comunicó al mundo el fallecimiento del Papa Francisco. A la edad de 88 años Francisco nos ha dejado, después de sufrir problemas respiratorios en las últimas semanas.
He tenido la suerte de estar en varias ocasiones con él. Antes de ser Obispo y después de mi nombramiento como Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela. No te dejaba indiferente. Su cercanía, espontaneidad y alegría me conquistaron. ¡Siempre fue el mismo Francisco!, con su sentido del humor y su espíritu positivo de la Iglesia y del mundo. Su cordialidad ha conquistado el corazón de todos, creyentes y no creyentes. Estos días mucha gente me pregunta por el legado de Francisco, por su herencia, varios serían los puntos a destacar y que convendría no olvidar:
1. Francisco vino a traer la alegría de ser cristiano. Con su exhortación “Evangelii Gaudium”, nos devolvió el orgullo de ser cristiano. Nos hizo sentirnos felices por nuestra fe y superar complejos
2. Nos ha animado a salir de nuestros grupos, de nuestros templos, a construir una iglesia en salida, una iglesia misionera. El Papa Francisco siempre ha apostado por una iglesia en salida. “La Iglesia es en salida o no es Iglesia, y está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre». (Catequesis 23-10-19).
3. Su defensa de los inmigrantes y su derecho a emigrar por buscarse un futuro mejor tuvo su punto de partida en su visita a la isla de Lampedusa, el 8 de julio del 2013. En esa visita levantó la voz y dijo «La muerte de inocentes, principalmente niños, en busca de una existencia más serena, lejos de las guerras y la violencia, es un grito doloroso y ensordecedor que no puede dejarnos indiferentes. Es la vergüenza de una sociedad que ya no sabe llorar y compadecerse de los demás».
4. Francisco se ha mostrado especialmente sensible con los presos. Durante su pontificado ha visitado 23 prisiones del mundo, mostrando una gran sensibilidad por estos hermanos privados de libertad. Cada vez que Francisco entra en una cárcel, se hace siempre las mismas preguntas: “¿Por qué están ellos presos y no yo?; ¿Tengo más mérito que ellos para no estar allí? ¿Por qué ellos han caído y yo no? Es un misterio que me acerca a quienes están en las cárceles”.
5. Ha puesto en valor la casa común de todos, para que la cuidemos y la protejamos. La publicación de la encíclica “Laudato Si” (2015) ha despertado conciencias y sensibilidades. “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan?” (Capítulo 4) 7.
6. Destacar la valentía de abordar la lacra de los abusos en la Iglesia. El papa Francisco ha sido muy valiente a la hora de denunciar los abusos a menores y vulnerables dentro de la Iglesia y también en las medidas que ha ido adoptando, especialmente con las víctimas y los victimarios. Ha sido un ejemplo para obispos y religiosos mayores a la hora de adoptar medidas y asumir responsabilidades.
7. Valoro el sueño del papa Francisco en convertir a la humanidad en una gran familia, en buscar la “amistad social”, en el respeto al diferente, a partir de la encíclica “Fratelli Tutti”. Para caminar hacia la fraternidad universal es necesario el reconocimiento de la dignidad de cada persona.
8. Con el “Sínodo de la sinodalidad” ha posibilitado que los laicos asuman un protagonismo que le viene dado por su bautismo, concediéndoles puestos de responsabilidad y compromiso. Lo mismo ha puesto el valor de la mujer en la Iglesia, no por cuotas ni imposiciones, sino por valía y por su propio bautismo. ❏

