El antiguo convento de San Fermín de Aldapa se convertirá en un hogar de acogida para personas en situación de exclusión

El Arzobispado de Pamplona y Tudela ha firmado hoy un convenio de cesión del antiguo convento anexo a la Basílica de San Fermín de Aldapa, excepto la iglesia y la sacristía, para que sea destinado a hogar de acogida y residencia de personas en riesgo de exclusión social. El inmueble será gestionado por la Fundación Hogares Lázaro, en un proyecto que cuenta con el apoyo económico de la Fundación Unzu Oroz y de Caja Rural de Navarra.

La firma del acuerdo ha tenido lugar en el Palacio Episcopal de Pamplona y ha contado con la participación del Arzobispo de Pamplona y Tudela, Mons. Florencio Roselló Avellanas; el presidente de la Fundación Hogares Lázaro, Álvaro Cárdenas Delgado; el patrono de la Fundación Unzu Oroz, Luis Zarraluqui Ortigosa; y el responsable de Acción Social de Caja Rural de Navarra, Juan Mari Ayechu Redín.

El convenio establece una cesión por un periodo inicial de 21 años, prorrogable de mutuo acuerdo, e incluye el compromiso de respetar las celebraciones litúrgicas y los actos tradicionales que cada año se celebran con motivo de San Fermín Txikito, manteniendo así la Basílica de San Fermín de Aldapa como lugar de referencia para la vida religiosa y festiva del barrio.

El edificio, conocido como el antiguo convento de los claretianos, está situado en el número 11 de la calle Dos de Mayo, junto a la capilla de San Fermín de Aldapa. El Vicario General, Miguel Larrambebere, ha explicado en rueda de prensa que, una vez que el inmueble pasó a manos de la Diócesis, se buscó para él un uso “coherente con la identidad, la historia y el origen del lugar”. Tras valorar distintas posibilidades, surgió el contacto con Hogares Lázaro, una iniciativa de inspiración cristiana nacida en Francia y presente hoy en varios países.

La transformación del antiguo convento en un hogar de acogida requerirá una importante inversión para su rehabilitación y adecuación. En este proceso será clave la colaboración de la Fundación Unzu Oroz y de Caja Rural de Navarra, que asumirán parte de los costes de las obras. En los próximos meses se iniciarán los trabajos técnicos y administrativos necesarios para poner en marcha el proyecto.

La Fundación Hogares Lázaro promueve desde 2006 pisos solidarios en los que conviven personas que han vivido en la calle con jóvenes profesionales o estudiantes de entre 25 y 35 años. Tal como explicó su presidente, el P. Álvaro Cárdenas, el objetivo es «ofrecer no solo un techo, sino también relaciones personales estables que ayuden a superar la soledad y a recuperar la autoestima».

Cada hogar acoge entre seis y diez personas, la mitad de ellas sin hogar y la otra mitad jóvenes que compaginan su vida laboral o académica con un compromiso social. Todos comparten responsabilidades domésticas y contribuyen al sostenimiento del hogar. Una familia voluntaria vive en el edificio y favorece la convivencia. Actualmente existen más de veinte hogares de este tipo en países como Francia, Bélgica, Suiza, México y en ciudades españolas como Madrid y Barcelona.

Eugenio Baños, residente del hogar Lázaro en Barcelona desde hace dos años, ha intervenido en la rueda de prensa ofrecida a los medios, para explicar la experiencia Lázaro, que según él es «una experiencia vivencial». «En la calle no somos nada y en las familias Lázaro somos personas, somos gente que nos sentimos acogidos, que formamos parte de una familia», ha señalado.

Desde la Fundación Unzu Oroz, su patrono Luis Zarraluqui ha destacado la ilusión con la que afrontan este proyecto, subrayando la solvencia y experiencia de las entidades implicadas y la trayectoria de la Iglesia en el acompañamiento a las personas más necesitadas. La fundación, creada en 1989, colabora habitualmente con diversas obras sociales y entidades caritativas de la diócesis.

Por su parte, el responsable de Acción Social de Caja Rural de Navarra, Juan Mari Ayechu, ha señalado que esta iniciativa encaja plenamente con el compromiso de la entidad de devolver a la sociedad parte de sus beneficios, con especial atención a las personas más vulnerables, y ha mostrado su disposición a seguir colaborando en las actividades que puedan desarrollarse en torno a este nuevo hogar.

Con este proyecto, el antiguo convento de San Fermín de Aldapa inicia una nueva etapa al servicio de la acogida, la dignidad y la integración social, en plena sintonía con la misión evangelizadora y social de la Iglesia en Navarra.

Scroll al inicio
Navarra
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.